Una de las sensaciones más grandes en surgir del reciente alto interés en la música africana tradicional es que muchos de los pioneros de los ’60 y ’70 han sido persuadidos para que creen música y salgan de gira otra vez, para disfrutar de los últimos rayos de sol en el ocaso de sus carreras. Esta es una realidad en todo el continente, desde Mulatu Astatke en Etiopia hasta Bembeya Jazz de Guinea y Ebo Taylor de Ghana. El compatriota y colaborador Pat Thomas de Taylor es otro pionero, un cantante de la alta sociedad con una voz angelical y un parecido a Isaac Hayes. Aun más gloriosamente, el álbum homónimo que hizo el año pasado suena exactamente como si tuviera 40 años. Encantadoramente denso y temerosamente vibrante (Tony Allen al mando de la batería), anunció la nueva llegada de otro gigante de la música de África occidental que atrae la atención.